miércoles, 30 de septiembre de 2009
Primero yo y después México
¡Cuando menos..!
Revuelto
30 septiembre 09
Javier Jaramillo Frikas
Columna
Prohibido Prohibir
Seguimos con lo de ayer. Hubo una serie de acciones que nos obligaron a marcar que la información tenía que corroborarse. Que no: el Ejército Mexicano no se hace cargo de la seguridad pública de Cuernavaca. Y bien valen las precisiones tras los hechos:
1.- El general en retiro Manuel Farfán Carriola se vio obligado a presentar su renuncia pero antes y después de esta cometió actos que lo ratifican como hombre sin juicio, en la frontera con el desquiciamiento. Vino al cargo de secretario a jugar, de vacaciones y quiso meter a Cuernavaca y sus habitantes en un cuartel. Pero todo fue en su imaginación porque no emprendió una sola acción que le valiera el reconocimiento social. Si es cierto que llegó con dos tanquetas por la noche del martes a las oficinas de la secretaría, estaríamos ante un antecedente sin precedente en estos ámbitos. Porque de serlo, no lo hizo solo y sobran razones para preocuparse.
2.- Lo que sí sucedió fue la llegada, desde la mañana del martes, de elementos militares a los sectores policiacos de la ciudad no sabemos todavía la real razón. El argumento oficial es la revisión de armas y licencias para su portación. También fue cierto que la mayoría de los policías fueron concentrados en el Estadio Centenario durante muchas horas dejando a Cuernavaca más inerme que de costumbre. No se conoce en ambos casos (lo de las presuntas tanquetas y el acuartelamiento-detención de los policías) ningún comunicado de las autoridades militares. Se supone que las civiles –las que son votadas por el pueblo—deben estar enteradas. Si lo fueron y lo permitieron, más vale terminar con los costosos procesos electorales. ¿Por qué votar por alguien que va a recibir instrucciones o no lo enteran otras instancias?
Tenemos que hacer un paréntesis obligatorio: la prensa nacional, escrita y electrónica lleva dos días teniendo como actor principal a Morelos y al general Farfán Carriola. En la cima de la nota roja nacional, una vez más. Todo el martes y el miércoles Milenio Noticias siguió manejando el asunto, todavía con pocos elementos de juicio. Entrevistaron a un precavido alcalde Roque González Cerezo. Vimos el noticiero vespertino de Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula y fue hasta donde pudimos encontrar una información razonada, certera, de parte del jefe de esa empresa informativa en Morelos, Teodoro Rentería Villa, al que le debemos la aclaración que, esperamos, haya llegado a muchos puntos del país. Teodoro dijo lo que sucedió y que el mismo miércoles la prensa local hizo: Farfán Carriola desarmó a la policía el sábado, los elementos abatidos –un metropolitano y uno de Rescate—fueron materialmente acribillados sin posibilidad de defensa alguna, el general retirado animaba un evento amistoso con amigos y familiares en un polígono de tiro con armamento y municiones del ayuntamiento, se volvió loco retando al periodista Guillermo Hinojosa y con la experiencia y mesura que tiene el buen Teodoro, indicó que el ex secretario acudió “tres horas” para sacar sus objetos personales de la secretaría y que sí, que iba acompañado de elementos militares. Bien, en ese momento entendimos que si bien no hay jefe de la policía en Cuernavaca, algo tienen que estar haciendo para cuidar a la ciudadanía.
Fueron cuatro los asesinados y tres los heridos, a partir de un acto criminal. Todos lo han dicho: quedó claro que no existe capacitación en las corporaciones policiacas encargadas de la prevención del delito, o no todos la tienen.
Necesario apuntar lo que ha dicho un experto nacional en materia de seguridad pública:
“Existen cuatro niveles para calificar al narcotráfico en las entidades. Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Michoacán y Guerrero están en el cuarto. Morelos se ubica en el segundo nivel, se encuentra lejos de aquellos”.
Buen consuelo. Sin embargo, hace aproximadamente 25 años en esta columna anotábamos ante las ligas de policías con mandos en Morelos como Rafael Aguilar Guajardo, Rafael Chao López, del mismo ex gobernador Armando León Bejarano y “bautizamos” –con la intención que nunca pasara—que Cuernavaca corría el riesgo de “guadalajarizarse”, Morelos de “Jalisciarse” y México de “Colombianizarse”. El país, es el Colombia de hace 15 años, Morelos no se ha “Chuihuahuizado” ni Cuernavaca “juarizado”. Esto lo decimos para seguir caminando, llevar la vida normal que merecen los que vivimos en esta tierra prodigiosa, que no entre la sicosis colectiva. También para tener cuidado. Y lo esencial: continuar con la exigencia que los cuerpos policiacos se profesionalicen y hagan lo que deben hacer.
De moda el arguende legislativo en la fracción del Partido Revolucionario, en las sumas y restas de los grupos en disputa, es importante recoger las palabras que el ex diputado local y federal, conocedor de la ley y amigo Tomás Osorio le da al colega José Luis Garcitapia en la edición de La Jornada Morelos el miércoles:
“Es legal” la sustitución de Espín por Arizmendi, dice Tomás Osorio (José Luis Garcitapia).- Es legal la destitución de Julio Espín Navarrete del cargo de coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, pues fue tomada por la mayoría de los diputados priístas y ahora corresponde al presidente del Congreso local informar de ello al pleno, sostuvo ayer Tomás Osorio Avilés, constitucionalista, catedrático de la UAEM y ex líder del Congreso de Morelos. “Por lógica, y por respeto a la democracia, quienes mayoritariamente nombran a su coordinador, también tienen el derecho de removerlo y designar a un nuevo coordinador”, puntualizó al tiempo de poner en claro que en el caso del PRI, los estatutos establecen que serán los integrantes de los grupos parlamentarios los que definan su estructura y organización. Agregó que si bien Julio Espín fue electo coordinador del Grupo Parlamentario por el periodo de un año, esto de ninguna manera implica que una mayoría de los 15 diputados no estén en condiciones de removerlo de la coordinación del grupo. Tomás Osorio se remitió a lo que establece la Ley Orgánica del Congreso de Morelos, en su artículo 30: “Cualquier modificación a la estructura original de los grupos parlamentarios deberá hacerse del conocimiento de la Junta Política y de Gobierno y del presidente de la Mesa Directiva, quien dará cuenta de ello al pleno del Congreso del estado para los efectos legales correspondientes”. Es decir, corresponde a Andrés González sólo informar del acuerdo tomado por los diputados priístas. Agregó que el artículo 90 de los Estatutos del PRI, en su segundo párrafo, determina claramente: “Los integrantes de los grupos parlamentarios definirán la estructura y la organización de la coordinación legislativa y nombrarán el responsable de la misma”; es decir, señaló Tomás Osorio, los diputados locales no requieren de la convocatoria ni del aval de las dirigencias estatal y nacional del partido para hacer los cambios que consideren necesarios.
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Contra los pronósticos
¿Cómo crees que será el gobierno de Manuel Martínez Garrigós?
Bueno 5%
Regular 41%
Malo 52%
Parece ser que MMG no cuenta con la simpatía y confianza de una parte de la sociedad cuernavacense, pero quizá esto sea un buen reto para revertir los pronósticos. Le deseamos suerte por el bien de la Ciudad de la Eterna Primavera.
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¿Qué dijo?
martes, 29 de septiembre de 2009
¿Se Juariza Cuernavaca?
Ambiente
29 septiembre 09
Javier Jaramillo Frikas
Columna
Prohibido Prohibir
Primero hay que confirmar lo que desde la mañana era el tema: que el Ejército Mexicano va a ocuparse de la seguridad pública en Cuernavaca. Si es así habrá que meterse de lleno en reflexiones serias, hacer a un lado el ánimo amarillista mediático y convocar a todos al respeto mutuo, porque el escenario será inusual, a una capital de Morelos símil de ciudad fronteriza de alto riesgo como Ciudad Juárez donde la presencia militar es impresionante en tanto los índices delincuenciales no varían. Claro que lastima, con todo respeto a los habitantes de la ciudad chihuahuense, que Cuernavaca se “juarice”, es el regreso aterrador de Morelos a la nota roja nacional e internacional con sus lastimaduras correspondientes, cuando esta ciudad es más que los delincuentes y los buenos y malos policías. Esa es la prioridad que debe estar en mente de todos los actores que van a tomar la decisión en un ambiente enrarecido en lo social, lo político y lo delictivo.
Renunció el general en el retiro Manuel Farfán Carriola. Era inevitable. Nunca pudo con el cargo y derramó el vaso el mismo sábado con actitudes graves al interior de la Policía Metropolitana y con los medios de comunicación. Debía irse. Lo sabían las autoridades civiles y lo entendieron las autoridades militares. No sabemos si es bueno o malo que los militares asuman acciones que corresponden a los mandos civiles, si Morelos sea considerado ya en el ámbito federal como Estado de Excepción. O Cuernavaca en lo particular. El Ejército es una institución a la que históricamente la gran mayoría de mexicanos respeta y siente su custodia. Tampoco se puede hablar “a priori” cuando los sucesos del sábado pasado y otros diseminados por la ciudad ayer y hoy muestran a una delincuencia suelta, sin inhibición alguna. Quizá sea necesaria la presencia. Para ello, es obligación de las autoridades civiles y militares informar a la sociedad muchas cosas para evitar que se den los excesos.
Hablamos considerando que ya están en las calles aunque no se haya oficializado, lo advertimos.
En Ciudad Juárez, por ejemplo, se distribuyó información sobre cómo actuar en las revisiones del Ejército Mexicano, y lo hacían los propios oficiales, autoridades municipales y organizaciones civiles. No se entendería esta medida radical –o desesperada—sin sostener acuerdos previos con las fuerzas de gobierno y los grupos ciudadanos. Bueno, no tendría razón de ser. En Morelos existen delincuentes, una minoría, así que debe imperar el sentido común en cada acción, que las unidades que deben tener roce con la sociedad lleven a uno o más elementos con capacitación profesional en el trato. De no ser así, se faltaría al respeto y las garantías del ciudadano. Si hay malosos pero Morelos no es delincuente. Que no se confunda.
Ahora, hechos lamentables como el del sábado, no son recurrentes. Duele la pérdida humana, pero tenemos que ser claros. Morelos siempre ha sido “tiradero”, ya nos enviaban fósiles políticos inservibles en otros lugares que llenaban sus cuotas y teníamos diputados federales o senadores completamente desconocidos, que apenas conocían de vista a la entidad. Luego venían “a tirarse” los jefes de los cárteles, para que les pegara el sol y el buen aire que todavía respiramos. Ahora avientan cadáveres que no sabemos donde los asesinan pero cualquier carretera, vereda, es buena. Pero, siempre con respeto a nuestros hermanos juarenses, sin comparación con esta, con Tijuana, con Monterrey o Veracruz mismo. No, existe una distancia evidente, de ahí que nos llame la atención poderosamente lo que sucede en la policía de Cuernavaca y su toma por tropas militares.
Vale saber qué sigue, cuáles son los acuerdos, que se involucre a los organismos ciudadanos que se han ganado el respeto, a los propios designados por el Congreso y lo que se haga sea siempre con un amplio sentido de responsabilidad. Los soldados están preparados para ello, pero no son policías. Actúan diferente, y la sociedad no sabe como reaccionar. Las policías requieren de mayor atención no solo presupuestal sino de trato de sus jefes. Son seres humanos, vecinos de ustedes y de un servidor, tienen familia y responsabilidades. Tampoco merecen un trato de tercera o que los envíen, como lo hizo el señor Farfán Carriola, sin herramientas a su trabajo.
Una sociedad como la mexicana que ha aprendido en base a ser lastimada en lo esencial, todavía conserva parte de aquellas premisas que cuando menos a los periodistas le exigían hasta hace unos años: No meterse con la Virgen de Guadalupe, con el Presidente de la República ni con el Ejército. Han cambiado las condiciones: no todos creen en la Guadalupana que de acuerdo a Juan Diego y la historia escrita por gente común, apareció en un cerro; el presidente en base al desarrollo cultural de la sociedad es sujeto al escrutinio general; en tanto al Ejército todavía se le guarda respeto. De ellos depende que crezca el reconocimiento o se pierda.
Pero lo repetimos: esto parte del supuesto que, en efecto, se hacen cargo del cuidado de los ciudadanos y las calles de Cuernavaca. Hasta las cuatro de la tarde con 20 minutos que redactamos estas líneas no aparecía ningún comunicado oficial que diga las razones.
Mientras, efectivamente al mediodía en Milenio Noticias se hablaba de la ocupación del Ejército en las instalaciones policiacas. Y la agencia Apro de la revista Proceso lo publicada al mismo tiempo. Aquí está la información tal cual de la prestigiada revista y su exitosa agencia:
Ejército asume el control de la policía en Morelos LA REDACCIóN MEXICO, D.F., 29 de septiembre (apro).- Elementos de la 14 Zona Militar, con sede en Cuernavaca, Morelos, tomaron esta mañana el control de los módulos de seguridad a cargo de la Policía Metropolitana y mantenían acuartelados a los miembros de esa corporación, en el estacionamiento de la Unidad Deportiva Centenario, al norte de la capital de esa entidad. |
lunes, 28 de septiembre de 2009
Policías Indefensos
Policías
28 septiembre 09
Javier Jaramillo Frikas
Columna
Prohibido Prohibir
Todos lo califican igual y todos tienen la razón: los mandaron a morir sin fusil.
El sangriento evento del sábado en Lomas de Cortés tuvo un costo excesivo en la pérdida de vidas de policías y civiles –cuatro asesinados y dos en estado de gravedad—y evidenció la nula capacitación de las corporaciones policiacas. No coinciden las lamentables bajas con el discurso y los recursos aplicados al área de seguridad pública. ¿Es la solución que a la cabeza vayan militares en el retiro? Con los sucesos de anteayer queda claro que el ámbito civil se le indigesta a algunos personajes de la milicia pero más cuando se antepone el protagonismo de los jefes a la tarea en el cuidado de la sociedad.
No los conocemos ni es necesario a Gastón Menchaca Arias, jefe estatal de la preventiva ni al de Cuernavaca, Manuel Farfán Carriola, ambos generales en el retiro. Lo que observamos a distancia es que el primero de ellos cuando menos es discreto y Farfán encarna más al peleonero de cantina con aserrín y damiselas de sombrero con plumaje que al “cherife” del poblado. El incidente con reporteros el mismo sábado así lo muestra: bravucón, pendenciero, boquiflojo y torpe. Reto al que se le atravesara. Creía estar en el cuartel ante subalternos. Lo primero que le queremos decir es: Bienvenido a las Calles de Cuernavaca.
Lo grave, vamos a ello, con el anhelo que no se repita. Y decimos anhelo más que obligación o milagro que son los extremos en las obligaciones de los policías.
Una extraña orden del general Farfán dejó sin armamento al Sector Uno de la Metropolitana, sin duda el más grande de todos. Dicen que él practicaba tiro con los bomberos, cuando la realidad es que invitó a un grupo de amigos a un área adjunta a Cartuchos Deportivos en Ahuatepec. Obviamente que este tipo de eventpos son extraordinarios, no por el número de muertes puesto que vienen y arrojan cadáveres por todas partes, en asuntos de ajustes entre el crimen organizado. Lo del trágico sábado fue de excepción, pero en estas y en cualquier otra acción policiaca debe ir antes la preparación y el cuidado de la integridad de los policías. Según versiones oficiales e informativas, se dio todo lo contrario. En pocas palabras: los policías fueron recibidos con facilidad.
Lo que siguió después fue parte de un trío de malhechores con uno o dos de ellos excelentes tiradores (todos los muertos y heridos tienen disparos en la cabeza y la mayor parte de estos se dieron a mediana distancia). Se sentían acorralados a pesar que una ambulancia se les atravesó en el camino. Mataron sanguinariamente a cada uno de los cuatro, no midieron nada. Era matar o morir, lo que indica que esta gente es profesional e iban a hacer lo que fuera para no ser aprehendido. Seguramente no robaron nada o fue mínimo en el terreno material, pero dejaron una estela de sangre por su paso. ¿Conocían la ciudad los delincuentes? Según el recorrido que hacen, de oriente a poniente de la ciudad, parece que no del todo, así que pudieran venir de otro lugar, digamos del DF. Un delincuente local no corre por las calles donde lo hicieron los criminales. Quizá busca la salida a la autopista y se mete en terrenos pedragosos. Bueno, estas son elucubraciones del que escribe, toca a los que saben y tienen la obligación de investigación acercarnos o revelarnos la verdad.
El primer policía caído iba sin arma. Era metropolitano y comandante. Recibe un certero disparo en la cabeza de entre la ráfaga inicial. El segundo que escucha las detonaciones acude y literalmente “se entrega” al llegar franco, casi de frente, con los delincuentes agazapados. Otra ráfaga lo envuelve y cuando menos dos de los proyectiles le pegan en el cráneo. El paramédico que se atraviesa junto con su jefe, también es muerto con una bala en la cabeza, igual que el dueño de la casa que está mal herido y el propio jefe de auxilio Lazcano. Todos en la cara. ¿Quién hace eso? Una persona experta en tiro, que podría ser ex policía o ex militar. No es de delincuente común.
La suma y multiplicaciones de los hechos nos llevan a un dramático total: los integrantes de los cuerpos policiacos preventivos de Morelos no están preparados para un enfrentamiento de alto riesgo. Un asunto como el del sábado, con una pandilla de tres bandidos asesinos evidenció toda la estructura. Ello indica que “la cabeza” tiene que estar mal. Y estas son los generales en el retiro, en actitud vacacional con cargo al pueblo de Morelos. Hay otro militar en un mando policiaco, el de la Ministerial, José Robles Quintana “El Tigre de Huitzuco”, proveniente de la Policía Judicial Militar, lo que marca diferencia: es de carrera en el Ejército Mexicano pero se especializó en tareas policiales. Una comparación necesaria, inevitable, es que dos días atrás la PM de la Procuraduría detiene a seis plagiarios de alta peligrosidad. Van 40 elementos y no se hace un solo disparo. Se dirá ¿por qué tantos? Como sea, se cumplió.
Lo grave es que la prevención está en manos de corporaciones que no son atendidas debidamente, con una mayoría de buenos elementos, pero sin herramientas para su trabajo. Ese es el justo reclamo de los policías.
Ahora, en el caso del señor Farfán Carriola con la prensa, lo menos que le podemos exigir es que respete y si en verdad es muy bravo y reta a pelear a cualquiera, mejor que haga valer su rango, su preparación, su experiencia y su esfuerzo en el Ejército en plazas donde son necesarios intrépidos como él. Lo sugerimos para que le trasladen a Ciudad Juárez o Tijuana. Allá hay también periodistas, pero son una especie de “reporteros de guerra”, distintos a nuestros paisanos, porque entre los males de las tragedias, Morelos y Cuernavaca no entran en el mapa rojo de aquellos lugares. Ahora, proponemos que en el juego de “la lotería”, cuando aparezca “El Valiente” se cambie y griten Carriola.
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domingo, 27 de septiembre de 2009
“…y que el pueblo os lo demande”
27 septiembre 09
Javier Jaramillo Frikas
ColumnaProhibido Prohibir
“A cada acción le corresponde una reacción pero en sentido contrario”
Sí, es cierto, la batalla al interior del Partido Revolucionario Institucional empieza apenas como bien lo dice el amigo, colega y maestro José Manuel Pérez Durán en su Atril dominical. Pero también lo es que “palo dado ni Dios lo quita”. Y lo que hicieron el jueves por la noche ocho de los quince diputados de la fracción tricolor, camina más a crecer que el grupo encabezado por Julio Espín Navarrete formalmente, pero en los hechos –y hasta hace unos días— manejado por Guillermo del Valle Reyes.
Existe un elemento simple, a la vista, inobjetable: los 15 diputados del PRI lo son por elección directa, sean las que fueran las circunstancias de su nominación o las condiciones de excepción que hicieron al PRI arrasar en Morelos. La voz de la calle, la que se percibe estando lejos del poder y las burbujas políticas (léase gobierno del Estado, ayuntamientos, congreso, partidos, funcionarios de cualquier nivel, cortesanos y anexas), indicaba que Cuernavaca estaba a modo de ganarlo Manuel Martínez Garrigós y en condición descendente cualquier otro priista de la capital. Se sentía. Y, bueno, lo dijimos con oportunidad y contundentemente, a grado tal que nos tacharon de loco o nuestro trabajo fue cortado. Primero que el PRI tenía posibilidades. Pasaban las semanas y cambian la percepción: va a ganar el PRI. Y dos meses antes la sentencia: solo si los roban.
Pero no sentíamos la palpitación de otros municipios que determinaron votar por este partido. Y en la dirigencia estatal el manejo fue igual que en elecciones anteriores: venta, concesiones, condiciones leoninas, firmas de pagarés y privilegios para los primeros lugares. Un factor elemental fue que Beatriz Paredes Rangel, la presidenta nacional, tenía información profesional que Cuernavaca era viable de ganar desde hace un año. Por ello se marcaron condiciones para que en una competencia bien dirigida se colocara al priista que ella, la tlaxcalteca, sabía podía garantizar el triunfo.
Escenarios optimistas
El escenario optimista era Cuernavaca y, tal vez dos de sus cuatro distritos locales. Quizá la diputación que, a la distancia, marca tamaños entre participantes: con el mismo padrón de electores, Martínez Garrigós le sacó alrededor de 16 mil votos al hoy diputado federal Francisco Moreno Merino, un parámetro para medir los tamaños de cada cual. Y los números no fallan en estas cosas. Existía en la confianza de la dirigencia nacional un hecho: Martínez Garrigós y su grupo histórico –el que todos conocen y ahí siguen, los garrigosistas-- en las últimas tres elecciones no permitió que Maricela Sánchez y Guillermo del Valle impusieran cuotas en Cuernavaca. No sucedió lo mismo en el resto del Estado. Cuando La Dupla sintió que la capital era otro asunto, desistieron y optaron por cuidar su parcela al interior, territorialmente grande, políticamente menor.
Así se llega al 5 de julio y mientras en Cuernavaca era un hecho que el PRI ganaba cuando menos por 15 puntos –lo hizo por 26, una verdadera paliza al PAN—en el resto del Estado se generaba el escándalo: 15 de los 18 distritos locales eran ganados por los priistas y 16 de los 33 ayuntamientos. Por número de habitantes no tenemos en este momento el dato pero lo daremos en siguientes días, el PRI gobierna entre el 80 y 85 por ciento de morelenses. ¿Eso que representa? Una gran responsabilidad, primero. Luego, el manejo exacto de la administración y la política para sostener el peso del triunfo electoral. Y establecemos otro hecho contundente: la gran victoria tomó a los priistas en curva, los agarro mal parado y los mantuvo perplejos (no confundan aunque se parezca el término: anotamos perplejos), hasta llegar a la semana anterior. En tanto todo era la vorágine, la borrachera de la victoria y la gratitud mal entendida.
Los diputados, los 15, ganaron su lugar en el Congreso. Los 15 tienen fuero constitucional y tardaron alrededor de un mes para regresar a la realidad. La mayoría de ellos son debutantes en la Cámara, pero ya sentados ahí, pasando días y sesiones, gritos y agandalle, fintas e intercambio de golpes, entendieron que su función no era solamente decir sí a una o dos personas, sino tomar decisiones que beneficien a la mayoría. Y la primera es, simple y sencillamente el bien común. Los morelenses, todos. Y esto, claro, está encima de ellos, pero mucho más de La Pareja que durante nueve años ha mantenido un control político y económico sobre un PRI devastado, un PRI sin rumbo, un PRI alejado del pueblo, un PRI inexistente, pero con militantes y simpatizantes que regresaron “del más allá” que no era otra cosa que desligarse de la realidad “del más acá” que a su vez representaba el manejo arbitrario que lo llevó al sitio donde se encontraba antes del 5 de julio de este años, hace apenas dos meses: en una situación de desprestigio y sin credibilidad social. Decir lo contrario, es mentir. Que la reacción electoral es sin precedentes, ahí está, pero con origen en un fenómeno nacional, en una ola parecida a la de Vicente Fox en el 2000 o a la de López Obrador hace tres años.
Faltaba solamente tal como lo vaticinó un político que sabe de estas cosas: “deja que cobren su primera quincena los diputados, que sepan que están ahí por su gente en los distritos, que la factura la han pagado mucho antes y verás qué va a pasar”. Efectivamente: los diputados se acaban de enterar que las decisiones son colegiadas pero sin anteponer humillaciones, inclinaciones ni vergüenzas. La función legislativa no es un juego, seguramente lo entienden unos y empiezan otros a explorar estos caminos.
Cualquier cosa es barata
Es obvio que Guillermo y Maricela van a vender cara su derrota, pero no hay más que lo que está a la vista: les han aplicado una acción, una sola, de las cientos que hicieron con el PRI en sus manos. Si el argumento es que no ganó el PRI de ellos, parte porque no hay manera de eliminar este hecho. No ganaron Guillermo y Maricela por una razón simple: ganó el PRI y eso los dejó fuera de la comodidad plurinominal. Sí, claro que debe doler: ¡Cómo es posible que la gente haya votado tanto para dejar eliminada a una pareja que ha sido noticia durante casi una década! Habrá los que endosen frases ad hoc al tema pero lo escuchamos en voz de un priista—priista cuando se enteró, recién pasado el 5 de julio que no llegaban a ningún Congreso: ¡Justicia Divina!
Y lo que siguió: el intento del suprapoder encima de los que legalmente lo tienen, los diputados, es una aberración, donde arrastran a los morelenses en general, priistas y no priistas. Injusto que la costumbre del poder, las canonjías y el desenfreno, el mesianismo y la frivolidad, sea pagada por cada uno de los morelenses. Esto indica el alto grado de responsabilidad de los diputados, de los 30, pero en este momento de los 15 del PRI, que tienen que demostrar que su mayoría avalada por el pueblo no es casualidad. Jorge Arizmendi García no es improvisado, tampoco Julio Espín Navarrete, ninguno de los demás. Y tocamos a uno en especial: Omar Guerra Melgar, periodista que en su momento era la cara de la televisión en Morelos, sacrificado arbitrariamente por Javier López Chabelo y sus negocios con los comerciantes de los medios. El no le debe nada a La Dupla. Fue enviado al sacrificio, a que lo vapulearan, a que sin recursos, con su entrega y corazón, el 6 de julio regresara a la inactividad. Fue el diputado que ganó más fácilmente en Cuernavaca no obstante los muchos dineros que usaron en el PAN. El no es mariselistadelvallista. Es morelense, es cuernavacense, es diputado, es quien ganó. Y punto. ¿Quién le puede hacer un reproche? Votó a favor de reacomodar la coordinación del grupo parlamentario. Está bien. El procedimiento al interior del Congreso lo van a tener que consumar. Aquí lo importante es que cada diputado, los 15 del PRI y la mitad que resta, tienen un compromiso con Morelos. Con nadie más.
“…y si no lo hicieres, que el pueblo de Morelos os lo demande”.
En ninguna parte escuchamos que en la instalación del Congreso apartaran a los priistas y les leyeran: “…de no ser así, que Maricela y Guillermo se los demanden”.
No hay problema, el par está bien, mucho muy bien, tras nueve años lunamielescos con todas las prebendas que ninguno de los 15 gozó. Hoy el fuero y el derecho otorgado por los ciudadanos los tienen ellos. Se dieron cuenta unos, faltan los otros, pero la acción es trascendente: un antes y un después. De cada uno de ellos depende, porque la sociedad cuenta con la capacidad de cambiar las condiciones cada tres años. Allá el que desee crecer y el que pase de noche por El Congreso del Estado. Allá el que permita lo vilipendien y traten cual marioneta. Allá cada quién…
Los ojos de muchos morelenses están posados sobre ellos, de cada uno de sus gestos, de sus acciones, los tenemos en observación.
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sábado, 26 de septiembre de 2009
Nobel de Economía critica aumento a impuestos
EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO MARTES 22 DE SEPTIEMBRE DE 2009
11:21 El Gobierno de México incurre en una decisión equivocada al pretender incrementar los impuestos a la población, cuando la economía continua en un periodo recesivo, afirmó el Premio Nobel de Economía 2003, Robert Engle.
"Los impuestos a los que usted se refiere en México son a nivel federal. Yo no recomiendo en momentos recesivos, aumentar los impuestos, esta es una solución equivocada", expuso el Nobel de Economía.
El especialista sugirió incrementar los impuestos a los bancos e instituciones de seguros.
"Los impuestos que yo estaba recomendando aumentar son para empresas adversas, con alto riesgo; cualquier situación que ellas pueden tener un efecto adverso, estoy hablando de instituciones como los bancos o las compañías de seguros", expuso.
Engle agregó que la economía de Estados Unidos tendrá una recuperación muy moderada.
"La recuperación de Estados Unidos ha empezado, pero no va a ser robusta ni dramática", enfatizó el premio Nobel
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Los cacos...

jueves, 24 de septiembre de 2009
Versión impresa VS versión online



Evento cambio climático en Morelos

El pasado lunes se llevó a cabo en Cuernavaca un evento para hacer conciencia sobre el cambio climático. Dicha manifestación era parte de una serie de 2 mil eventos alrededor del mundo para

miércoles, 23 de septiembre de 2009
Próximamente...

No se quedan atrás

Los eufemismos de Calderón

lunes, 21 de septiembre de 2009
Hablando del discurso...
Tienes mucha razón en lo que dices, pero como yo sabes que los medios están al servicio del dinero que puede pagar las cuentas, los viajes y el poder que se ejerce sobre la opinión pública. Ellos lo saben. Olvídate del DDM, todos los demás lo hacen también... es una forma de los reporteros y periodistas, de los editores de poca monta de ganarse la vida... es lamentable pero es cierto..¿será de las pocas formas de sobrevivir en este estado? No lo sé.
Tu lo sabes. Lo que sobra de publicidad se rellena con información. Por eso le digo a los lectores: crean el 50% de lo que leen, de lo que oyen, informense de varias fuentes.
El discurso mediático esta súper chafa y perdón por la expresión tan coloquial, pero muchos de los súper "periodistas" se enteran de las noticias en cafés o en el chacaleo...
Ojalá el nivel fuera más alto, pero por lo pronto es bastante bajo. Los comunicadores no tienen de qué quejarse pues la mayoría, salvo algunas excepciones, viven del "chayote".
El nivel del discurso

¿El Operador Fantasma?
CS
21 sep 09
Javier Jaramillo Frikas
Columna
Prohibido prohibir
Javier López Sánchez, presunto ex coordinador de Asesores y Comunicación Política sigue en funciones. No a la vista, tampoco en la nómina, pero opera acciones a favor del gobernador Marco Antonio Adame en su batalla contra 24 legisladores que, para su fortuna, ni cuenta se han dado de ello. Cómodo, sin ofrecer el rostro a sus detractores de adentro y afuera, López Sánchez manda en muchas oficinas del gobierno. Con una ventaja adicional: a nadie se le ha ocurrido exigir cuentas de los millones y millones que gastó de más y menos, mucho menos, de sacar a flote los otros negocios, los verdaderos, los de los porcentajes en obras y de proveedores. ¿Jugada magistral? ¿Robo perfecto? Todo indica que así es.
En el maremagno generado por los resultados del 5 de julio, la nueva composición política en el Estado, los movimientos en cada uno de los poderes que forman el gobierno, tal parece que el increíble robo al erario cometido por funcionarios del gobierno de Morelos como Javier López Sánchez, fue una ocurrencia estudiantil. Ningún diputado de nuevo ingreso lo ha tocado, a nadie parece interesarle, ocupados como están en jugar al legislador. Y estamos hablando que el año pasado se gastaron 116 millones de pesos. Y este, seguramente, la cifra fue rebasada. La cosa sigue igual: si revisan los medios impresos y electrónicos de la ciudad de México y locales, si hacen cuentas, se van a asustar del despliegue económico que ha costado ofrecer una imagen hacia afuera de un gobernador sumamente fuerte, con una entidad tranquila, en desarrollo y santa paz.
Ni la Gran Fiesta que los gobernadores hacían en su presencia en el Congreso para dar lectura al informe anual se compara con el dinero que el gobierno ha gastado para promocionar una sola figura: la del gobernador Marco Antonio Adame Castillo. El ridículo y estéril pleito de llevarlo –A Adame--a la cámara a leer el documento es no solo el pretexto que evidencia la nula capacidad de operación de los olvidadizos legisladores del G-24 (los 15 del PRI y los nueve restantes) ha sido el pretexto arbitrario de gastar dinero que debieran usarse para programas sociales. Otra vez, el abuso desde la oficina de Comunicación Social ahora en manos de un inexperto pero hábil y obediente cortesano Carlos Tercero Solís, o los desplegados firmados bajo la responsabilidad de diversos secretarios en periódicos nacionales con cuotas centenarias en miles de pesos.
En una palabra: al pueblo de Morelos le ha salido “más caro el caldo que las albondigas”, bajo el argumento de la lucha diputados—gobernador.
Hicimos mención en su momento de los 116 millones de pesos en el 2008; dijimos que la nube de cambios llevaba como fin proteger a Javier López Sánchez y los cientos de millones (o miles de millones con lo del corretaje) que quedaron en sus bolsillos y una buena parte en la de otros funcionarios, incluidos los de mayor nivel burocrático que él –solamente hay uno: el mandatario). No ha sucedido nada. Como si el quitarlo del cargo solucionara el problema. Quizá creen el blindaje de los medios dados por los compromisos económicos, pero los diputados actuales ayer han recibido una tunda “con dirección”, no han sido ridiculizados “de a grapa” como dicen los chavos. Y siguen en el limbo. Algunas columnas los evidencian, los han traído como canes apaleados desde el fin de semana y todo su presunto poderío es nulo por una razón simple: no se enteran, no saben leer entre líneas, no tienen quién los instruya o, de plano, aprenderán al paso de los meses.
Javier López Sánchez sigue operando. El cargo era ya un estorbo. El ha hecho valer los compromisos. Es lo que no entienden. Suelto, sin la atadura de la función, con las alforjas listas, el principal adversario de los legisladores y su real mayoría numérica, juega con ellos y sus estrategias de párvulos en materia de comunicación. López nunca se ha ido. Ahí está, gira instrucciones, mueve piezas, acerca la materia. Su tarea hoy es de mayor utilidad para el mismo gobernador, acorralado por los grupos panistas, agobiado por las torpezas de su principal colaborador, extenuado por la presión familiar para deshacerse de él. Hoy, tan lejos oficialmente pero tan cercano que su respiración se escucha al ladito, fuerte, el jefe del ejecutivo le ha encomendado una misión suprema a su más íntimo operador: la batalla contra el PRI y los cinco partidos que tienen mayoría en el Congreso.
Y con una gran ventaja de su parte: los 24 ni se enteran. Además, si Javier López fue un burdo comunicador oficial, los tres años le enseñaron a maniobrar perversamente. Y qué mejor desde la clandestinidad.
Para consuelo un organismo no olvida y exige cuentas, el Observatorio Ciudadano que hace años encabeza el tenaz Juan Ignacio Suárez Huape, que en una nota rescatada entre la oleada de gacetillas oficiales (investiguen cuánto gastaron, diputados, investiguen) en La Jornada Morelos firmada por el colega Raúl Morales Velázquez:
Investigar periodo de López Sánchez en Comunicación Social en gobierno estatal (Raúl Morales Velázquez).- El Observatorio por la Transparencia, a través de Ignacio Suárez Huape, solicitará se investigue de manera minuciosa el área de Comunicación Social del gobierno del estado en el periodo en el que Javier López Sánchez estuvo al frente. Asimismo, la asociación civil relacionado con la transparencia exigirá el adelgazamiento de la nomina en dicha instancia. En entrevista, el activista social consideró que tanto en los ámbitos estatal, municipal e incluso en el Poder Legislativo, “predomina el robo legalizado”, es necesario que desde el Observatorio por la Transparencia “estemos vigilantes que durante los próximos años se evite, como en su momento se hizo, el despilfarro, desvió de recursos, y el robo descarado”, Adelantó que buscará encausar el que los recursos sean para atender las necesidades sociales y no solo destacar la imagen del mandatario estatal. Informó que se presentará una denuncia ante las instancias correspondientes, para que se investigue el área de Comunicación Social del gobierno, principalmente en la época de López Sánchez. “Mientras estuvo al frente se presentó un derroche de recursos, para apoyar a su esposa, la candidata panista Adriana Vieyra, durante su campaña electoral para diputada local; fue un hecho escandaloso de impunidad y derroche de recursos al por mayor”. Se pedirá también el adelgazamiento de los gastos y la nomina en la misma área, debido a que ahí se concentra un gran número de personas que llegaron por “amiguismos y compadrazgos”; asimismo se reflejan gastos estratosféricos de hasta 200 millones de pesos, que bien podrían utilizarse para algún programa social. Suárez Huape denunció que se han ido detectando diversas irregularidades que dejaron los integrantes de la pasada legislatura local, concretamente en el departamento de comunicación social. “Aun cuando todavía no nos hemos metido mucho a solicitar información, nos hemos enterado de que en el gasto (de esa área), la anterior administración se gastó todo, no dejo ni un peso para aplicar los famosos convenios que son legales y necesarios, no dejaron nada para los cuatro meses que faltan para finalizar el año”, concluyó el activista.
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