Lejos de esta imagen de la gente
de izquierda de una equitativa distribución de la riqueza y de estos ideales
socialistas-igualitarios, el gobierno de la Nueva Visión está dando una
importante lección a los ciudadanos: no importa quién esté en el poder, una vez
arriba, todos se comportan de la misma manera.
Esto sale a relucir por las
modificaciones que realizó el Gobernador a su despacho en el Palacio de
Gobierno (hoy Casa de Morelos) para poder acondicionar el espacio a sus
necesidades.
Si bien él argumentaba que el
anterior Gobernador no despachaba ahí y que por eso las oficinas necesitaron
una inversión millonaria, también es cierto que Marco Adame despachaba desde la
residencia oficial llamada “Casa Morelos”, ubicada en la colonia Vista Hermosa,
lo que no representaba gastos extras ni inconveniencias operativas, aunque sí
incomodidad para los manifestantes que iban a exigirle cosas al Gobernador a
Palacio, mientras él no se encontraba ahí.
Ahora resulta que el Gobernador
Graco Ramírez no sólo acondicionó a su gusto la oficina de “Casa de Morelos” o
Palacio de Gobierno, para no hacernos bolas, sino que instaló una elegante
cocina completa, con su propio chef de planta y meseros. Añadió también una
lujosa sala de juntas y mobiliario nuevo para no desentonar.
Y la historia se repite en todo
el recinto. En la Secretaría de Gobierno, Jorge Messeguer hizo lo mismo:
cocina, chef, meseros. Hasta le van a cortar el pelo a su despacho para que no
tenga que salir a nada. Eso sí, de todos esos detalles se encarga el gran
número de personal (que ni siquiera cabe en la oficina) con puestos tan
simpáticos como “Directora de Eventos Especiales”*, reportando un sueldo de $35
mil pesos y con un currículum tan impresionante que abarca desde talleres de
equidad de género hasta formar parte del comité contra los feminicidios en
Morelos.
El problema no es sí quieren
vivir como reyes o como plebeyos, o que las condiciones en las que trabajen
sean o no óptimas. El asunto es que se predique una cosa y se haga otra.
Mucho se criticó a los panistas
(que también se sirvieron con la cuchara grande al irse) pero al menos sabíamos
a qué nos estábamos enfrentando.
El ejemplo perfecto está en el
número de manifestaciones que han paralizado el centro de Cuernavaca,
principalmente, exigiendo el cumplimiento de promesas de campaña. Que si el
descuento de la CFE a los campesinos, que si las cuotas por “X” razón a los
maestros. Es decir, prometer sin saber que una cosa es ser oposición y otra
gobernar.
Lo más peligroso de un gobierno
es que se presente con una bandera y sus acciones tomen otros derroteros.
Si ahora somos un estado
gobernado por gente de izquierda, se debería ver la tendencia en la mejora de
cuestiones sociales, rescate de espacios públicos (que no es lo mismo
conciertos masivos) y otros rubros en donde los gobiernos izquierdistas han
marcado pauta.
Esperemos que esta Nueva Visión
pronto entienda que ya no están en campaña, que las instituciones han cambiado
y que los excesos que cometan serán evidenciados tarde o temprano.
Mientras tanto, que el Gober nos
invite en su oficina unos chilaquiles, ¿no?
**Como dato adicional: Para ocupar una dirección, la persona debe contar
con cierto perfil, relacionado con el puesto que va a desempeñar, estar
titulado y tener cédula profesional. Elementos con los que no cuenta casi
ningún colaborador de ese nivel de la secretaría en cuestión.
*Esta información está disponible en el área de
transparencia del Gobierno del Estado.
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comentario o denuncia envía un correo a chinelo.guardian@gmail.com o comenta
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