Doble discurso
16 noviembre 09
Javier Jaramillo Frikas
Columna
Los fines de semana huevones sirven en ocasiones para ver la televisión local. Este último tuvimos la oportunidad de escuchar a los dos panistas más prominentes en la estructura directiva: Germán Castañón Galaviz y el que le cuida el asiento de presidente del comité estatal, Liborio Román Cruz Mejía. Ambos, tenemos que reconocer, son de los panistas—panistas mejor vertebrados ideológica y políticamente. Sin embargo, la utilización del doble discurso nos pone los pelos de punta. Lo que cada quien por su parte dijeron contrasta enormemente con lo que hacen sus correligionarios, cercanísimos algunos de ellos. Hablaron de la eliminación de la corrupción y tenemos dos casos evidentes de ello, de decenas de millones de pesos, de panistas renombrados, uno de ellos volvemos a dar su nombre y apellido (Javier López Sánchez, impune cobrador del diezmo los tres primeros años, que además ejerció entre el año anterior y este alrededor de ¡Mil 100 millones de pesos en Comunicación Social!, una suma escalofriante) y el otro –tan cerca de Germán y Liborio—que solo faltan unos detalles para compartirles lo que es un verdadero robo al pueblo de Morelos. Hablamos de cuando menos Un Millón de Dólares para una modesta persona que hace seis años ni automóvil propio tenía.
Durante las entrevistas que colegas les han hecho a Germán y Liborio, llama la atención la puntualidad de sus frases, cada una empujada con la capacidad discursiva que, repetimos, ambos tienen. A ellos no les podemos señalar, por el momento, nada abusivo, pero cuando se conocen hasta detalles de compañeros suyos, preguntamos si desconocen lo que han hecho estos dos ladrones –uno es Javier López Sánchez—y el otro que con “los pelos de la burra en la mano” lo haremos público y será una bomba que estremecerá los pasillos del gobierno del Estado y el mismo Partido Acción Nacional. Bueno, lo de López ha sido cantado a pesar de la complicidad de los medios y nunca se ha dado un desmentido porque la estrategia de los panistas que han estado en el poder durante los últimos años es dejar que el tiempo y el viento arrastre la verdad al olvido. Además conducir a López a juicio sería poner en graves aprietos la estructura del mismo gobierno. Es una obligación denunciarlo como de igual manera crearán una muralla oficial para defenderlo.
El otro caso –que no sabemos si Castañón y El querido Comal Tiznado lo desconozcan o estén bien adentro—proviene de un funcionario en apariencia menor que bien pudo haber hecho una gran operación financiera a petición de sus jefes o de su propio peculio. Eso es lo que hay que investigar. Un hecho es que alrededor de 10 millones de pesos se han pagado inicialmente en unas tierras y que, cuando menos, tendrán que meterles tres veces esa cantidad para hacer un negocio que lo multiplique por 10 ó 15. Un robo en despoblado. ¿Qué funcionario del gobierno estatal, gane lo que gane, logra juntar casi Un Millón de Dólares en tres años? ¿Cuánto ganan?
De ahí que escuchar a Germán Castañón y a Liborio Román Cruz hablar de honestidad, de austeridad, de respeto, de recuperar la confianza ciudadana, ante los hechos de sus compañeros panistas—panistas igual a ellos, de pura esencia, es una vil mentira, es “chuparle el dedo” a la gente, es fintar con la derecha y esconder con la derecha el botín. No podemos ni debemos calificar a todos los del PAN con la misma vara. Además de injusto predominan los decentes. Pero este sábado, tras exigir a un colaborador información precisa del tema de los 10 millones de pesos, nos generó un enorme repudio solo de figurar el rostro sereno, con paz celestial como si El Señor le haya dado ya salvoconducto al cielo, de un personaje que lo tuvimos siempre en el concepto del esfuerzo permanente por crecer.
Dejen si hay decepción o no, es irrelevante. ¿De dónde tanto dinero? ¿De cuándo hacia acá empresarios? ¿Por qué usar el nombre del presidente Calderón en estas operaciones?
El otro caso, el ya conocido, de Javier López, buscan como rehabilitarlo políticamente para evitarle daños mayores. El no tiene problemas en lo económico cuando lo menos importante que ha hecho es comprar una residencia en tres millones en efectivo, cosa de nada en relación a lo que guardó en La Gran Bodega, lo que repartió y, sobre todo, lo que compartió. En ambos casos hablamos de consumados ladrones con dinero del pueblo. Por ello hay que ir a fondo…
Mientras que paguen espacios Germán y Liborio en el doble discurso que, fácil, se desmorona con una sola evidencia de que sus cercanos son bandidos.
Buscando una foto en la red me encontré con esta imagen
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