A más de 100 días del regreso de Salinas

La sospecha de que Salinas está detrás de Peña Nieto se hizo evidente en menos de un centenar de días y no es algo que sorprenda, pero las semejanzas entre los inicios de gobierno de ambos mandatarios son más que notorias. He aquí algunas de las más claras:

• Cuando Salinas tomó el poder después de un flagrante fraude, una de sus primeras acciones fue crear un órgano autónomo que hiciera las elecciones más transparentes y así nació el IFE. Por su parte, Enrique Peña Nieto, después de haber sido cuestionado por la corrupción del caso Monex, Soriana, Televisa, etc... creó la Comisión Nacional Anticorrupción. De esta manera, ambos mandatarios desarrollaron un zapato a la medida de la pata de la que cojean.  

• CSG Quinazo. A pocos días de que Carlos Salinas tomara el poder mandó a encarcelar al entonces líder del sindicato petrolero, Joaquín Hernández Galicia “La Quina“, a quién se acusó de posesión ilegal de armas. Sin embargo, es bien sabido que su detención fue un golpe de autoridad de Salinas, ya que La Quina se oponía a sus políticas y hasta había publicado el libro ¿Un asesino en palacio? en el que hablaba del accidente en el que el niño Carlitos asesinó a una empleada doméstica. 
• EPN Elbazo. Hace unas semanas fue detenida la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo, quien fue encarcelada por el delito de operación con recursos de procedencia ilícita. En este caso el motivo no fue tan personal como en el caso de Salinas, pero sí muestra el mismo golpe de autoridad que ha provocado una nueva percepción de nuevo presidente.

• El sexenio de Salinas se caracterizó por campañas de comunicación memorables y si hubiese duda de esto ¿A poco no recuerdan frases como “Don Beto ya tenemos carretera“ o “Trabajando Manuel, trabajando“ o aquella de “Te peinas cuñao“? Asimismo, las campañas en las que se mostraban los logros del programa Solidaridad, en las que se hablaba del poder de la sociedad. En las campañas de hoy se vuelve a tomar ese tipo de discurso, ya que no se habla del presidente sino del poder de la sociedad para “mover a México“.

Debo admitir que Salinas a pesar de ser el político mexicano que más repudio, ha sido uno de los más inteligentes. Siempre se le vieron intenciones de permanecer en el poder, pero al final de su mandato el sexenio se le salió de las manos. Quizá la principal causa de su fracaso fue el modelo neoliberal, que dejó un fuerte rastro de crisis en toda Latinoamérica. 

Sin embargo, hoy seguimos viviendo en el México de Salinas y no porque Peña Nieto sea presidente. Vivimos el legado de Salinas con un TLC que nos deja en desventaja frente a los países del norte. El día de hoy Carlos Slim siguen encabezando las listas de los hombres más ricos del mundo y es seguro que eso no sería posible si Salinas no le hubiese vendido TELMEX.  

Las bases del México de hoy, son en gran parte las que dejó Salinas, sin embargo él no es el mismo de antes. Hoy es un hombre con mayor experiencia, que aprendió de sus errores y que maneja su poder tras bambalinas. No podría asegurar si el regreso de Salinas vaya a perjudicar a México, incluso con sentimientos encontrados me inclinaría a afirmar contrario. 

Lo que es un hecho, es que un país que no conoce la justicia y que carece de memoria, una vez más somos gobernados por el personaje que causó la mayor polarización en la sociedad mexicana, que provocó una de las más grandes crisis de los últimos años y que vendió nuestro futuro, ese que hoy se hace presente y que ahora vuelve a administrar. 

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