El grito que viene

Pedrito le reza a la virgencita que le caigan más chambas de éstas

En medio de la discusión entre si hay algo que festejar o no; habrá muchos que festejaremos y me uno, porque si en este país no se festejara algo de vez en cuando el índice de suicidios se elevaría como lo hacen los precios cada mes.



Este año no sólo se festeja el tradicional grito, se festejan 200 años de que México iniciara su lucha por ser independiente. Por lo cual, en esta ocasión los festejos “deben” se mayores y por consecuencia el presupuesto que se asigna a éstos también.


En Morelos se pensó en remodelar el Centro Histórico de Cuernavaca, pero debido a la falta de organización del gobierno estatal y municipal, este espacio vivirá los festejos parchado para no mostrar las obras inconclusas.


El espectáculo del día de hoy no se podía quedar atrás y por ello pensaron en contratar a una gran estrella a la altura de los festejos del bicentenario. De esta manera, se contrató al artista y cantante Pedrito Fernández. Sin embargo, contratar a un personaje tan popular como el Sr. Fernández no es nada barato y el pago aproximado que recibirá sin contar el equipo de sonido, será de 400 mil dólares. Esto es equivalente a $5,131,892.00 pesos.


Estas muestras de despilfarro no son exclusivas de Morelos, ya que en el DF el gobierno federal tampoco escatimará para festejar el bicentenario. Roberto Zamarripa publicó lo siguiente el lunes en Reforma:


“Grito de Independencia, de exaltación de nuestro nacionalismo. El australiano Richard Birch montará un espectáculo que según el secretario de Educación será inolvidable, happy birthday, my country, y el francés Christophe Berthonneau, conocido como el Mago del Fuego, será el encargado del tronadero de cohetes. Oh la la.”


Obviamente con esto se ve que también festejamos 200 años de ser malinchistas, de demostrar que creemos que lo mejor es lo que viene del extranjero. Según Zamarripa el chistesito costará 3 mil millones de pesos. Ahora imagínense cuánto gastará el maestro del despilfarro, Enrique Peña Nieto, en el Edo. De México.


Parecería que estamos cruzando por una etapa de bonanza y que México vuelve a ser el cuerno de la abundancia. Sin embargo, la realidad es muy diferente, si desde años no hemos salido de la crisis económica, ahora hay que agregarle la crisis de inseguridad que le debemos a la gran estrategia de Calderón. Esperemos que los gastos que estos festejos representan para el país no signifiquen la creación de algún nuevo impuesto u otra alza a los precios que nos hagan pegar un nuevo grito.


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