Hace unos días hablábamos del tratamiento que el Diario de Morelos dio al incidente de la granada arrojada en casa de uno de sus directivos y al hacerlo emitimos algunas críticas por la forma en la que se presentaba la información. Sin embargo, al ver lo que ha publicado La Unión nos hemos quedado aún más sorprendidos.
Desde hace tiempo La Unión ha venido haciendo una campaña de desprestigio contra Grupo Braca y en específico contra el Extra de Morelos. Dicha campaña se ha llevado a cabo a través de volantes y panfletos, y en uno de estos, firmado por el diputado Javier Estrada, se mencionaba a Jorge López Flores, en cuya casa fue arrojada la granada que no explotó.
Ahora parece ser que el incidente de la granada ha sido aprovechado por La Unión para publicar información atacando a dicho personaje. De esta manera, en su primera nota al respecto utilizó la siguiente cabeza:
“Jorge López Flores introdujo una grotesca forma de hacer periodismo”
En esta nota se habla del atentado, pero el texto más que informarnos sobre el mismo, está dirigido a desprestigiar a la víctima e incluso parece que justifica el incidente. El día de ayer y hoy la historia fue similar, ya publicaron lo siguiente:“El directivo cuya vivienda fue atacada promueve un periódico con imágenes de cuerpos despedazados y mujeres desnudas”
“La forma de hacer “periodismo” de López Flores provoca reacciones violentas de los afectados”
Con estos encabezados podemos ver que aún con el lamentable intento de atentado, la guerra sucia entre estos periódicos no cesa. Asimismo, esta confrontación afecta su de por si cuestionable desempeño informativo. Estas notas de La Unión pretenden ser el vehículo para atacar al Extra, que tantos lectores les ha quitado. Sin embargo, resulta degradante que justifiquen un acto criminal por la labor “periodística” (por más criticable que sea) de un personaje, se llame López Flores o cualquier otro.
Por eso, cuando hablan de los ataques a la libertad de expresión yo me pregunto en dónde se encontraba ésta para poder ser atacada. Si los principales periódicos del Estado se encuentran enfrascados en una absurda lucha en la que la mejor arma es el desprestigio, pareciera que es el arma favorita de los mexicanos, sino basta preguntarles a los políticos. Si la supuesta libertad sólo se expresa en la decisión de qué no hablar, a quién no tocar, a quién cubrir…
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